El Popular perdía 1-0 ante Universidad Católica sin su líder en la banca porque Gustavo Quinteros había sido expulsado por reclamar airadamente a José Cabero una segunda amarilla para Fernando Zampedri. Todo parecía cuesta arriba, pero apareció Alexander Oroz. Y con ello, el escándalo. La barra de los Cruzados pasó de la galería a la tribuna preferencial con rastrillos y horquetas. 

Según cuentan, un grupo de fanáticos de la UC se percató que había un hincha colocolino en el lugar donde se vendía comida y bebidas y fueron directamente a lincharlo. Como no lograron acceder a esa persona, los barristas partieron desde Mario Lepe a la tribuna Sergio Livingstone, o en otras palabras, la preferencial. Subieron al segundo piso para meterse a dicho lugar, donde segundos antes también una quincena de colocolinos infiltrados habían festejado el empate de Oroz. 

La barra brava de la UC llegó con rastrillos y horquetas a Livingstone. Muchos, sin entender lo que estaba pasando se alejaron de la escena para mirar lo que ocurría. Y lo que estaba pasando era que los barristas subían a la zona donde estaban los infiltrados para golpearlos.

No había forma de calmar los ánimos. La banca de Colo Colo pedía clemencia y algunos jugadores de la UC, como Diego Buonanotte, también solicitaban que se acabara la situación. Ambas peticiones fueron ignoradas. Jeyson Rojas recibió una silla plástica. Leonardo Gil se disponía a hablar con la transmisión oficial ya terminado y bebió esquivar una manzana lanzada por un cruzado.