O’Higgins le puso muchos problemas a Colo Colo. Por eso, el 3-2 con que se impuso en Rancagua merece doble celebración. Por la exigencia que le planteó el rival y por lo que significa en la tabla: los albos son punteros exclusivos del Campeonato Nacional, a tres puntos del Audax Italiano. El popular se vio muy incómodo en los primeros 20 minutos, porque los circuitos del mediocampo no funcionaban. Pero Pablo Solari y Joan Cruz empezaron a generar peligro por las bandas y Marcos Bolados también desequilibraba con su potencia, tanto así que tuvo el gol también en el área chica y reclamó un penal que el VAR cobró como falta en ofensiva.
Los locales abrieron el marcador en los descuentos del primer tiempo, cuando Matías Sepúlveda mediante tiro libre clavó una zurda exquisita para dejar sin opción a Brayan Cortés y poner el 1-0. En el segundo tiempo Colo Colo salió con todo a dare vuelta el partido, así fue como a los 49’ Felipe Seymour devolvió una pelota a área propia y Pablo Solari madrugó a la defensa para impactar de cabeza y poner la igualdad. Cuando los de Rancagua todavía no se reponían del golpe, tras una segunda pelota en un córner apareció Javier Parraguez para ganar por arriba y poner el 2-1 para el único grande de Chile.
En los 72’ Pedro Pablo Hernández puso el 2-2 tras un pivoteo de Matías Cahais en un córner a favor de a O’Higgins. Cuando todo parecía sentenciar el empate, la zurda de Leonardo Gil dijo otra cosa al colocar en un ángulo el tremendo tiro libre que le tocó servir de manera magistral para gritarlo con fuerza y colocar al popular en ventaja, pero también pidiéndole cancha al DT de la selección chilena, Martín Lasarte. Así, Colo Colo gana un partido duro pero clave para sus pretensiones de ser campeón, de esos que marcan el camino en una campaña épica como la que está teniendo el cacique luego de pelear el descenso y ganar la Copa Chile.